Blog

Cuando todo el mundo opina, el nombre no dice nada
Marketing, Servicios

Cuando todo el mundo opina, el nombre no dice nada

Hay un error que se repite más de lo que nos gustaría: crear un proyecto con alma, con propósito, con una idea brillante… y bautizarlo con un nombre que parece sacado de una encuesta de barrio.

Sí, hablamos de esos nombres que se eligen “democráticamente”, por mayoría, en un grupo de WhatsApp, una reunión de equipo o una lluvia de ideas eterna donde nadie se atreve a llevar la contraria.

Y entonces pasa lo inevitable:
👉 Gana el nombre más neutro.
👉 El más cómodo.
👉 El que no molesta a nadie.
👉 El que no dice absolutamente nada.

El resultado: un proyecto potente, con un nombre flojo, genérico y olvidable.

¿Qué tiene que ver el nombre con el éxito de tu proyecto?

Muchísimo. El nombre no es un detalle, es el primer anzuelo. Es lo que hará que alguien:

  • Recuerde tu marca.
  • Se sienta identificado.
  • Tenga curiosidad por saber más.

Un buen nombre no se vota. Se piensa, se trabaja, se cuida. No hace falta que le guste a todo el mundo, basta con que conecte con tu público y represente tu propósito.


Cómo encontrar un buen nombre (de verdad)

Aquí van algunas claves para que tu naming no parezca una marca blanca:

🧭 1. Define para qué y para quién es tu proyecto

Antes de ponerle nombre a tu idea, aterriza estas tres preguntas:

  • ¿Qué resuelve?
  • ¿Para quién lo haces?
  • ¿Qué sientes que lo hace diferente?

Esto te ayudará a buscar palabras que realmente representen lo que eres, no lo que suena bonito en abstracto.

🎯 2. Piensa como tu público

No todo el mundo tiene que entender el nombre. Solo quienes tú quieres que se queden.

¿Tu público es joven? ¿Formal? ¿Creativo? ¿Tradicional? Usa palabras, tonos y estilos que resuenen con ellos.

🧪 3. Juega con el lenguaje

Haz una tormenta de ideas. Mezcla:

  • Conceptos clave.
  • Metáforas.
  • Palabras inventadas.
  • Términos de tu sector.
  • Imágenes potentes.

Luego, prueba combinaciones, acorta, alarga, inventa… pero no te quedes en lo obvio.


Antes de decidir, pasa este filtro básico

✅ ¿Es fácil de pronunciar y recordar?
✅ ¿Está disponible el dominio y las redes sociales?
✅ ¿No tiene significados raros en otros idiomas?
✅ ¿Tiene fuerza visual y sonora?
✅ ¿Te sigue gustando al día siguiente?

Y sobre todo…

🔴 ¿Dice algo más que “esto lo eligió el grupo entero y no molesta a nadie”?
Si la respuesta es no, vuelve a empezar.


Consecuencias de un nombre “democrático” (pero sin personalidad)

  • Tu proyecto se vuelve uno más. No destaca, no se diferencia, no se recuerda.
  • Pierdes oportunidades de conectar emocionalmente. El nombre no enamora ni genera vínculo.
  • Te cuesta más venderlo. Porque si tú no te lo crees, ¿cómo vas a convencer al resto?
  • Acabas explicándolo cada vez. Y si tienes que explicar el nombre, el nombre no funciona.

Conclusión: No votes tu nombre. Encuentra el que lo dice TODO.

A veces, buscar consenso no es lo mejor. Un nombre valiente, claro y alineado con el alma de tu proyecto vale mucho más que uno aprobado por mayoría pero vacío de intención.

Hazte esta pregunta:
👉 ¿Este nombre lo usaría si mi proyecto fuera solo mío, sin tener que contentar a nadie?

Si la respuesta es sí… vas por buen camino.

Escribe un comentario