Como con cualquier proyecto que pretendemos llevar a buen puerto, una de las primeras cosas y más importantes que tenemos que tener claro es el objetivo. ¿Qué queremos lograr?

Esa es la pregunta que desde muy temprana edad y cuando empecé a tener conciencia me hice una y otra vez. Pregunta que todos nos traducen cuando somos niños en “¿Qué quieres ser de mayor?”

Actualmente soy una apasionada del marketing, amante de la comunicación y curiosa del comportamiento humano pero todo eso aderezado con mucha creatividad y grandes sueños.

En mi etapa estudiantil ya tenía claro el enfoque comercial que tendría mi futuro. Aspiraba a trabajar, no en una gran empresa y sí en varias, porque así entendía que descubriría y aprendería más y mejor. Quería saber y hallar novedades, sin tener muy claro cuáles. A eso le sumaba, mi pasión por conocer gente nueva, diferente y analizar sus actitudes en todas las situaciones posibles para absorber de ellos lo que más me conquistara en cada momento. Por tanto, era muy de esperar que me enamorara y enfocara en el marketing y la comunicación.

Mi primera lección, fue que el concepto de marketing no lo tenía claro y me alivió como un consuelo de tontos  darme cuenta que muy pocas personas aún hoy no saben muy bien lo que es.

El marketing es todo aquello que te ayuda a que tu cliente objetivo te compre más, más veces, te desee y que esté más satisfecho con tus soluciones o en definitiva contigo.

Eso es Marketing, aunque se empeñen en venderlo como un conjunto de trucos para vender humo.

Una profesión interdisciplinar que te mantiene activa en la investigación, el contacto directo con los seres humanos que conforman tus consumidores, clientes y público. Que te sumerge en el mercado, que te regala la posibilidad de dominar múltiples sectores, que se puede desarrollar desde cualquier parte del mundo más aún, cuando caminamos por terrenos informáticos, digitales, tecnológicos y globales.

Es flexible, cambiante, exigente y dinámico, es decir, reúne todos los ingredientes para mantenerme en un reto constante.

Dentro del marketing, la comunicación, la publicidad, la investigación de mercados, los eventos, las relaciones públicas son herramientas muy poderosas que permiten que cualquier profesional, marca, persona o empresa consiga ser el rey dentro de su particular selva.

Y a mí me encanta que cada persona sea el rey o la reina de su propio mundo.

Comparto contigo una entrevista donde expongo un poco más sobre el tema.