Si alguna vez has pensado que la lectura no es lo tuyo, sería interesante preguntarte para qué quieres leer.

La lectura sirve para muchas cosas; para crecer, para viajar, para imaginar, para aprender, para informarte y tiene un sinfín de beneficios.

Cuando a veces no conectamos con un título y lo abandonas no tienes por qué tirar la toalla. Por ejemplo si viajas  un destino que no te emocionó, no significa que otro no te entusiasme.

Lee lo que quieras, lo que te guste, de los temas que te interesen, de lo que te enganche o tengas curiosidad. Da igual el tamaño, el formato o género. Hay tantos, que tienes todas las posibilidades de encontrar el tuyo.

“En algún lugar de un libro hay una frase esperándonos para darle un sentido a la existencia”.

Miguel de Cervantes

La lectura y yo

Recuerdo desde muy pequeña la imagen de mi madre en su habitación; cada noche en su cama, tumbada de espaldas, con su lámpara alumbrando un libro más.

Al salir de mi habitación, habían cientos de libros apilados en una repisa que ya habían pasado por los ojos de ella.

A pesar de eso, nunca copié esa rutina. Heredé de mi padre, con más intensidad, leerme todos los periódicos a diario. Pero libros, eran muy pocos los que leía en un año y los limitaba a los que tenía que leer mientras estudiaba. Y si cogía un texto literario por placer, tardaba en hacerlo meses. Llegué a pensar que algo fallaba en mí para no enamorarme de la lectura de un bestseller.

Un día encontré un motivo para leer mejor

Con el tiempo, viví uno de esos momentos en los que quieres evadirte del mundo real. Entonces, cogí un libro al azar de aquella estantería, que me daba los buenos días cuando era una adolescente y me propuse enamorarme.

Ahora cada noche miro junto a mi cama y elijo al azar qué libro me apetece leer, releer o continuar. Depende de “para qué”.

¡Feliz Día del libro!